El Gobierno argentino oficializó una importante reducción de impuestos internos sobre la compra de vehículos, una medida que busca dinamizar el mercado automotor y hacer más accesible la adquisición de autos y motos. A través del Decreto 50/2025, publicado en el Boletín Oficial, se estableció la suspensión y reducción de ciertos tributos hasta junio de 2027.
En este artículo, analizaremos en detalle cómo afecta esta normativa a los consumidores, a la industria automotriz y al sector fiscal del país.
El decreto establece una serie de modificaciones en la carga impositiva aplicada a los vehículos, con el objetivo de reducir los costos para los compradores y estimular la demanda:
Estos cambios buscan reducir el precio final de los vehículos entre un 15% y un 20%, lo que podría generar un repunte en las ventas y un impacto positivo en la industria automotriz.
La medida está enfocada en autos de entre $41 millones y $75 millones, así como en motos de $15 millones a $23 millones. Para estos segmentos, el tributo del 20% será eliminado, lo que permitirá que los precios bajen significativamente.
Además, los vehículos de más de $75 millones también verán una reducción del impuesto, aunque en menor medida, pasando del 35% al 18%.
En el caso de los autos eléctricos e híbridos importados, la eliminación de los aranceles permitirá que modelos más accesibles ingresen al mercado sin costos adicionales, fomentando la movilidad sustentable.
Según expertos del sector, la eliminación y reducción de impuestos internos tendrá múltiples efectos en el mercado:
Desde la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) celebraron la medida y esperan que las provincias y municipios sigan una línea similar con sus tributos locales.
Uno de los principales interrogantes es el impacto de esta medida en la recaudación fiscal. Algunos economistas consideran que la reducción de impuestos podría compensarse con un aumento en las ventas y la recaudación de otros tributos vinculados al sector automotor.
Se estima que el costo fiscal de la medida será de entre US$ 300 y US$ 400 millones anuales, representando aproximadamente el 0,05% del PBI. Sin embargo, si la baja de impuestos logra estimular la demanda, este impacto podría ser menor de lo previsto.
Antes de la implementación de esta normativa, el sector automotor enfrentó un panorama mixto:
Los cambios impositivos podrían revertir la tendencia negativa en el sector automotor y fortalecer el crecimiento en la venta de motos.
Para quienes buscan comprar un auto o moto, esta reducción de impuestos representa una oportunidad para acceder a vehículos más económicos y con una menor carga impositiva. La eliminación de aranceles a los autos eléctricos e híbridos también abre la posibilidad de adquirir opciones más sustentables a precios más competitivos.
Si estás considerando la compra de un vehículo, este es un buen momento para analizar el mercado y aprovechar la baja de precios.
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