La reciente reglamentación de la reforma laboral en Argentina, mediante el decreto 847/2024, ha establecido cambios significativos en las relaciones laborales. Con la promulgación de la Ley N° 27.742, “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, se introdujeron modificaciones estructurales destinadas a flexibilizar y modernizar el empleo en el país. En esta nota, analizaremos tres aspectos claves: el Sistema de Cese Laboral, la regularización de las relaciones laborales no registradas (blanqueo), y el régimen para los trabajadores independientes.
Uno de los pilares de la nueva reforma es el Sistema de Cese Laboral, que sustituye el esquema tradicional de indemnizaciones laborales, regulado por el artículo 245 de la Ley de Contrato de Trabajo, con un régimen alternativo. Este sistema es aplicable en el marco de los Convenios Colectivos de Trabajo y representa un giro hacia la flexibilización del mercado laboral, al permitir la posibilidad de reemplazar la indemnización por antigüedad por otros mecanismos, como fondos de cese o seguros colectivos.
El objetivo principal del Sistema de Cese Laboral es establecer condiciones más predecibles y manejables para los empleadores ante la finalización de una relación laboral, mientras se asegura que el trabajador obtenga una compensación adecuada. A través de este sistema, los convenios colectivos podrán estipular diferentes esquemas de pago, que pueden estar vinculados a la antigüedad, la actividad desempeñada o el tipo de empresa.
Además, este sistema permite que las partes acuerden en mutuo consenso si desean regirse por el nuevo esquema o mantener el tradicional de indemnizaciones. El sistema también incorpora modalidades de mediación y resolución de conflictos para evitar largas disputas legales. En todo caso, se garantiza un tratamiento favorable para el trabajador despedido sin justa causa.
Modalidades de pago: El sistema podrá incluir la creación de fondos de cese (individuales o colectivos), seguros o el pago directo por parte del empleador. Esto busca brindar mayor flexibilidad a las empresas, especialmente a las más pequeñas, mientras que los derechos de los empleados quedan salvaguardados.
Otro aspecto clave de la reforma es la regularización de las relaciones laborales no registradas. Este proceso, conocido popularmente como “blanqueo”, pretende incentivar a los empleadores a formalizar a aquellos trabajadores que actualmente se encuentran en situaciones irregulares o deficientemente registradas.
La ley otorga importantes beneficios a los empleadores que opten por la regularización. Entre estos se destacan la condonación de deudas por capital e intereses relacionados con los aportes no realizados al sistema de seguridad social, la extinción de acciones penales y la baja de infracciones en el Registro de Sanciones Laborales (REPSAL). Estas medidas buscan aliviar la carga financiera para las empresas y fomentar el empleo registrado.
Para acceder a estos beneficios, los empleadores deberán acreditar su situación a través del Certificado MIPyME vigente o el correspondiente en caso de tratarse de entidades sin fines de lucro.
Diferencias por tipo de empresa: Los porcentajes de condonación varían dependiendo del tamaño de la empresa. Por ejemplo, para las micro y pequeñas empresas, el porcentaje de condonación puede superar el 90%, mientras que para las medianas empresas ronda el 80%. Las grandes empresas, en cambio, acceden a un 70%.
Los trabajadores regularizados también tienen beneficios limitados. A pesar de obtener el reconocimiento de sus aportes, solo podrán acreditar un máximo de cinco años de aportes calculados sobre el salario mínimo vital y móvil para su jubilación.
Finalmente, la reforma también incluye modificaciones para los trabajadores independientes. Estos profesionales podrán contar con hasta tres colaboradores independientes bajo un esquema flexible y sin relación de dependencia formal. Sin embargo, todos los involucrados deberán estar inscriptos en el Régimen General de Impuestos y cumplir con sus obligaciones ante la seguridad social.
Este régimen busca brindar más oportunidades de colaboración entre independientes, promoviendo un entorno laboral menos rígido. Un aspecto importante es que los colaboradores podrán realizar otras actividades en simultáneo, tanto bajo contratos de trabajo como de prestación de servicios con otros clientes. Esto asegura una mayor libertad y flexibilidad para todos los involucrados.
Relación flexible: Cualquiera de las partes podrá rescindir el contrato en cualquier momento, garantizando un vínculo laboral libre de las limitaciones tradicionales de la relación de dependencia. No obstante, si se detecta que esta figura se utiliza para disfrazar una relación laboral en dependencia, los empleadores podrían ser sancionados.
Perspectivas Futuras
La reforma laboral reglamentada en 2024 trae consigo un nuevo escenario para las relaciones laborales en Argentina. El Sistema de Cese Laboral abre la puerta a nuevas formas de compensación, adaptadas a las particularidades de cada sector, mientras que el blanqueo laboral facilita la regularización de empleados no registrados. Finalmente, el nuevo régimen para trabajadores independientes incentiva la colaboración y flexibilidad, marcando un avance hacia un mercado laboral más dinámico.